La mayoría de los padres sostienen eficazmente a sus hijos, con devoción, pero en muchas estos niños han sido encomendados al cuidado de sus abuelos o confiados a guarderías hasta que sus padres puedan pasar a recogerlos.

Una escuela de artes marciales puede enseñar disciplina y obediencia además de prepararlos por su tuvieran que defenderse de una agresión, por esos motivos son muchos los padres que apuntan a sus hijos a estas escuelas.

Los niños tienen personalidades influenciables de modo que la indiferencia paternal podrían herir sus frágiles mentes.

En cierta ocasión fui a un viveo a comprar una planta y encontré una orquídea preciosa y singular, sembrada en una una maceta, se trataba de una orquídea. Pregunté por el precio de la orquídea y me comentaron que su precio podría superar los mil euros. Después de enmudecer por el asombro ante tal precio pregunté por curiosidad cuales eran los cuidados de una planta tan cara. No requería un fertilizante especial pero sí mucha atención, un cuidado especial y mucho amor.

Los niños son exactamente igual que aquella preciosa orquídea, durante sus clases en el Do-yang hay que proyectar con esmero una actitud sumamente alegre, hay que estimularlos, alimentar y mantenerles el interés. El afecto constante le hara crecer con rectitud y como consecuencia el pequeños se dará cuenta de que no está solo porque su instructor , además de sus padres, lo ama.

Aún recuerdo como suspendí mi primer examen de artes marciales y como las palabras de mi maestro sirvieron de estímulo tras el fracaso y me ayudaron a enfrentar el siguiente paso de grado practicando más intensamente en vez de rendirme.

Maestro José Luna Pérez
8º Dan Taekwondo
5º Dan Hapkido

• Sala de prensa
  • Artículos
  • Competiciones
  • Comunicados
  • Convocatorias
  • Noticias

• Área de Comunicación
  • Agenda de eventos
  • Convocatorias
  • Sala de Prensa

+ Artículos